Las cardiopatías congénitas son los defectos de nacimiento más comunes del mundo y son una de las causas principales de mortalidad infantil. En el año 2011 se realizó un estudio realizado en China para observar la prevalencia de las cardiopatías congéntias entre los bebés de Shangai y se encontró que tenían una prevalencia de 18.7 por cada 1.000 nacimientos. Esta prevalencia es significativamente más alta que la encontrada en Norteamérica el mismo año, con 6.9 bebés por cada 1.000 nacidos (fuente: American College of Cardiology).
Los costes de la cirugía pediátrica en China siguen subiendo, a menudo alcanzando los 20.000$ o más, lo que está muy fuera del alcance de muchas familias rurales sin recursos con hijos con cardiopatía. Una medida desesperada es el abandono, que es por lo que casi todos los orfanatos de China cuentan con niños con problemas cardiacos. Sigue siendo la necesidad médica por la que la mayor parte de los orfanatos se pone en contacto con nosotros.
En marzo de 2015 os presentamos a un niño bebé de un orfanato del sur del país que había nacido con una cardiopatía llamada Tetralogía de Fallot (ToF). El pequeño Colin tenía cuatro defectos en su corazón, lo que hacía que estuviera siempre muy azulado, cansado y sin aliento.
Los costes de la cirugía pediátrica en China siguen subiendo, a menudo alcanzando los 20.000$ o más, lo que está muy fuera del alcance de muchas familias rurales sin recursos con hijos con cardiopatía. Una medida desesperada es el abandono, que es por lo que casi todos los orfanatos de China cuentan con niños con problemas cardiacos. Sigue siendo la necesidad médica por la que la mayor parte de los orfanatos se pone en contacto con nosotros.
En marzo de 2015 os presentamos a un niño bebé de un orfanato del sur del país que había nacido con una cardiopatía llamada Tetralogía de Fallot (ToF). El pequeño Colin tenía cuatro defectos en su corazón, lo que hacía que estuviera siempre muy azulado, cansado y sin aliento.
Gracias a nuestros maravillosos donantes que le ayudaron, Colin fue trasladado a Shanghai para una operación a corazón abierto. Los médicos se alegraron mucho de que sus constantes vitales mejoraran inmediatamente después de operarle. Sus niveles de oxígeno alcanzaron el 99% haciendo que su color pasara de ser azul a ser un precioso rosa. Sin embargo, Colin luchó para poderse quitar el ventilador, la respiración asistida, y por eso mucha gente de todo el mundo estuvo muy pendiente de él. Casi seguro que nos oíste lanzar vivas de júbilo cuando salió del ventilador y pudo ser trasladado a nuestra casa de curación para recibir atención postoperatoria. Sólo mira la diferencia en Colin un mes después de operarse, es algo que no habría sido posible sin tu ayuda.
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