6 sept 2015

Entrega de yaks en la Planicie Tibetana

El pasado abril supimos de un niño llamado Samuel que era de la Planicie Tibetana, que necesitaba ser operado de sus fisuras labial y palatina.
Tibetanfamily 
Samuel (centro) con su familia

Samuel viajó con su tío (izquierda) y con su padre (derecha) desde su remoto hogar hasta la ciudad donde tuvo lugar el Viaje de Intercambio Médico, a Kaifeng, en Henan.
Samuel, uncle left, father right-1290
En las pruebas pre operatorias se vio que los niveles de hierro de Samuel eran más bajos de lo que sería conveniente para que un niño pudiera ser operado. Hablamos con su familia y descubrimos que, como la mayoría de los niños que viven en la planicie tibetana, la dieta de Samuel consistía básicamente en harina y té.
Samuel Father 4.15
Después de muchas conversaciones y de educados rechazos por parte de la familia de aceptar ayuda, el padre finalmente aceptó que les ayudáramos a comprar varios yaks. Las cabras no pueden vivir en la altura de la tierra de Samuel, y toda la familia se podría beneficiar de la leche de los yaks.
Tibetan yak
La leche de yak tiene alto contenido en grasa, que se hace mantequilla y queso, y que mezclados con el té, hacen una bebida espesa alta en calorías. Más cosas del yak son muy útiles también. El pelo de los yaks se usan para tejer ropas y mantas, y el estiercol se usa para calentar las casas durante todo el invierno puesto que hay muy pocos árboles en la planicie como para conseguir leña. Tener un pequeño rebaño de yaks puede cambiarlo todo para una familia que vive en la planicie tibetana, pues proporciona alimento, ropa y calor durante los largos inviernos. Una familia de seis miembros necesita tener cinco yaks para poder obtener suficiente leche y mantequilla para todo un año. Nuestros padrinos dieron un paso adelante entusiasmados de poder ayudar, y pudimos comprar cinco yaks a la familia de Samuel.

Comprar los yaks resultó un proceso mucho más complejo de lo que habíamos pensado. Tuvimos que trabajar el programa de viajes de nuestro contacto en esa zona (un hombre amable llamado Xiao Bao), pasar la estación de la recogida del hongo de la oruga, que dura un mes, y viajar largas distancias para reunir los yaks. Se compraron cinco yaks a un granjero local y el padre de Samuel tuvo que caminar durante diez días para llevarlos desde las montañas a su casa. Después de firmar un contrato con el granjero por el cual se comprometía a no vender o matar a los yaks durante cinco años, el padre de Samuel inició el viaje de vuelta a casa con sus yaks -bajando las montañas y pasando por puentes como el de la foto de abajo.
Tibetan bridge
Como las yaks hembras sólo producen leche después de haber tenido un ternero, el granjeró recomendó que compráramos una madre y una cría, una yak de cuatro años preñada y dos hembras de cuatro años. Las hembras pueden parir cada dos años y así, todas estas hembras asegurarán que la familia de Samuel tendrá leche cada año.

Tenemos la enorme alegría de informaros que Samuel se está recuperando muy bien de su operación de fisura labio palatina y está absolutamente encantador.
Samuel 8.15
Y la historia no acaba aquí. Gracias a la enorme generosidad mostrada hacia esta familia, se recaudaron suficientes fondos como para comprar más yaks para otras familias cuyas circunstancias pasaban tantas dificultades como la de Samuel.
Tibetan Plateau yaks
No hay suficientes palabras para expresar nuestra gratitud por la generosidad que habéis mostrado. Vuestras donaciones no sólo beneficiarán a la familia de Samuel en los años venideros sino que también han permitido que otras familias conozcan la solidaridad de desconocidos.

Un simple acto de bondad expande sus raíces en todas direcciones, y las raíces brotarán y crearán nuevos árboles.
~Amelia Earhart

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