13 dic 2012

Miércoles de sabiduría: adoptar un niño mayor

En Julio de 2009, me enamoré de una foto.

Wenxin de 6 años y medio, vivía en un orfanato de Beijing y necesitaba una familia.

Después de haber estado meses y meses mirando fotos en los listados de niños que esperan ser adoptados, quedé absolutamente embelesada con este chiquitín de mirada tan seria. Le enseñé la foto a mi marido, Mike, y me sorprendió cuando él también se quedó prendado de la foto.

Y así empezó la aventura de hacer a Wenxin nuestro hijo. Los días posteriores a haber encontrado la foto, contactamos con la agencia de adopción y estudiamos su expediente, recibimos la pre-aprobación para adoptarle y compartimos la noticia con nuestros tres hijos biológicos y con los demás familiares. Hicimos el estudio psicosocial y empezamos a recaudar para el viaje, el FBI tomó nuestras huellas y finalmente, viajamos al otro lado del mundo para pasar tres semanas en China adoptando a Wenxin, haciendole nuestro hijo para siempre.



Pero todo empezó con una foto.

Lo más probable es que si estás pensando en adoptar a un niño mayor, llegará el día en que te enamores también de una foto. Aquí hay tres cosas que una foto no te dice.


1) El niño/a de la foto viene con una historia de pérdida.
Ningún niño mayor está a la espera de ser adoptado por haber tenido una buena vida.

Parate un momento. Necesitas asumir esa realidad de verdad, en el fondo de tu corazón.

No es una pizarra en blanco. Hay toda una historia detrás que ya ha sido escrita, y esa historia incluye muchas pérdidas.

El niño/a de la foto ha perdido a su familia biológica. Si tiene familia de acogida en China, los va a perder también.

Incluso aunque pienses que ser adoptado internacionalmente le dará muchas ventajas, esas ventajas significarán muchas más pérdidas. Perderá su país de origen con todas las cosas que le son familiares, las vistas, los sonidos, los olores. Tendrá que adaptarse a una nueva familia, tendrá que aprender un nuevo idioma, y tendrá que manejar el shock que le producirá meterse de lleno en una cultura completamente distinta a la que conoce.

No me malinterpretes, el niño de la foto necesita una familia adoptiva. Pero tanto o más importante que eso, es que lo que necesita es ser adoptado por los padres adecuados. Los niños mayores necesitan padres sensatos que puedan aceptar y encajar con paciencia a las pérdidas en la vida de su nuevo hijo/a.


¿Estás preparado para ser el padre/madre de un niño con una historia de pérdidas?

2) El niño/a de la foto será probablemente más pequeño a nivel emocional de lo que debería por su edad cronológica.

Wenxin tenía 7 años y medio cuando llegó a casa, pero emocionalmente era más bien como un niño de tres o cuatro años. En cuanto empezó a procesar las pérdidas de su vida, dejaba salir su dolor en forma de rabietas. A nadie le gusta cuando un niño de tres años se coge tal berrinche que se tira al suelo gritando y dando patadas y cabezazos, y si ese niño tiene casi ocho años en lugar de tres, la cosa llega a asustarte mucho.

Vivimos las rabietas durante meses. Su forma de actuar cuando no conseguía lo que quería, también era muy infantil. Me di cuenta de ello la primera vez que fui al supermercado con Wenxin.
En la caja, a la salida, Wenxin señaló que quería un paquete de chicles. Cogí uno y le indiqué que tenía que compartirlo con su hermana pequeña.

"No" me dijo. Y cogió dos paquetes y los puso en el mostrador. Uno para cada uno de ellos.

"No" le dije yo. Me mantuve firme y compré solo un paquete.  

Wenxin empezó a lloriquear. Cuando eso no funcionó, decidió sentarse en el suelo en frente de la tienda sin moverse y con cara de enfado. No se pensaba mover, así que tuve que pedir ayuda en atención al cliente para que me llevaran la compra al coche. Por lo general, suelo llevar yo el carrito pero ese día en concreto no pude. Tenía las manos ocupadas. Deberíais haber visto las miradas de la gente cuando tuve que agarrar entre mis brazos a un niño gritando y pataleando, para llevarlo al coche.

Y ¿cómo puede ser? ¿Por qué un niño/a que ha esperado, tiene que ser emocionalmente inmaduro?

Piensalo. Los niños que se crían en el seno de una familia cariñosa, con la ventaja de haber tenido una educación constante desde el nacimiento, y en un entorno seguro, maduran en lo emocional. Por contra, un niño de orfanato puede haber aprendido muchas habilidades de supervivencia pero estar muy poco desarrollado emocionalmente. Si añades el trauma y la pérdida a esa ecuación, el resultado es un niño mayor que puede ser el rey de la calle por fuera, y emocionalmente un bebé por dentro.

¿Estás preparado para ser el padre de un niño/a mayor que sigue siendo un bebé por dentro? ¿Estás dispuesto a aprender nuevas técnicas parentales para ayudar a tu hijo/a a madurar emocionalmente? ¿Puedes aguantar las miradas y los comentarios de la gente que sencillamente no entiende qué pasa?




3) El niño de la foto puede florecer en la familia adecuada.
Si hay una cosa que he aprendido en nuestro proceso de adopción, es que los inesperados momentos duros -las rabietas, los berriches, el desafío, la obcecación, las respuestas emocionalmente exageradas que nos cogen por sorpresa- realmente son oportunidades camufladas.

Son oportunidades para comprender a nuestro hijo/a. Oportunidades para mostrar amor, para construir la confianza. Cuando nuestro hijo sufre y hace todo lo posible para sacar el dolor fuera, tenemos la oportunidad de mostrarle de nuevo que no nos vamos a ir a ninguna parte. Que esta mamá y este papá están aquí para quedarse.

La adopción de niños mayores no es un viaje para corazones delicados. Sin embargo, el niño de la foto es, probablemente, muy valiente y resiliente. Y tú puedes aprender a ser el tipo de padre/madre que necesita.

Ser los padres de Wenxin no ha sido cómo ser los padres de nuestros hijos biológicos. Hemos tenido que aprender algunos trucos y aplicar nuevas formas de pensar. No ha sido siempre fácil.

Pero Wenxin ha florecido. Ha madurado. Es muy listo y con recursos, es atlético y un niño bueno.... No me dejéis empezar porque entonces no paro!   



Esta noche me acurruco junto a un niño precioso que parece que ha estado en nuestra familia toda la vida.

Porque allá en el año 2009, me enamoré de una foto.

~Dana Ball escribe un blog sobre las alegrías y los retos de la adopción en "Death by Great Wall: stories of older child adoption and family life." (Muerte en la Gran Muralla: historias de adopción de niños y vida familiar.)
 

Sabemos que muchos de nuestros lectores también han vivido la adopción de niños mayores, por eso nos gustaría leer vuestros comentarios y pensamientos!


1 comentario:

cormelana dijo...

Muy interesante...,y muy emocionante. Yo también creo que los niños que non son bebés necesitan urgentemente familia