Por Stefani Ellison, blogera invitada
El calendario decía que era el primer día de primavera de 2012, pero por el frío que mordía, mas bien parecía que fuese mediados de invierno. Acababa de entrar a la sección de los niños del SWI que estaba visitando, y las preocupadas cuidadoras me trajeron al primer niño que necesitaba ayuda inmediata. Trajeron un bulto de mantas pesada. Mientras quitaba cada capa de las gruesas mantas, ahí estaba la carita de un bebé. Un niño con ojos grandes e intensos enmarcados por unos dedos largos y delgados. Este bebé se enganchó en mi corazón, tan pronto como se enganchó a mi dedo con su mano pequeñita. Supuse que no podía tener mas de 2-3 meses de vida. Estaba muy equivocada. Pronto cumpliría dos años, en Junio.
Las cuidadoras lo tumbaron con cuidado antes de enseñarme lo que les preocupaba. Este niño, que no pesaría mas de 10 lb, tenía un meningocele la la parte baja de la espalda tan grande como su cabeza. Tuve que controlarme para no llorar. Cuando lo volvieron a tapar, pedí cogerlo en brazos. Lo acuné y susurré en su oído que recibiría ayuda. El mundo no lo olvidaría. Se lo prometí.
El hospital local no podía ayudarle. Sabían bien que necesitaba más recursos de los que ellos tenían. Las niñeras pedían ayuda. Habían visto la transformación de la pequeña Valentina, su compañera de cuna, a la que mandaron a la Casa de Curación True Children's de Love Without Boundaries y preguntaron si podía por favor ayudar también a este niño. LWB lo organizó para que Carson pudiese ser enviado a Shanghai la semana pasada para evaluarlo y operarlo. Hoy lo operarán. Os pido a todos que lo tengáis en vuestros corazones, pensamientos y plegarias. Será un día que le cambiará la vida. Ahora puede mover las piernas. Puede que pierda esta habilidad después de la operación, ya que su meningocele es muy grande, y ha esperado demasiado.
Estamos esperando un milagro.
Stefani Ellison
Defensora de los Niños que esperan en China/ Coordinadora de Recursos
Children's House International
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